MATERNIDAD

Cuando pasas a ser SEÑORA

Así, sin piedad, llega un momento en tu vida en que toca asimilar que para el resto de los mortales, al menos para una gran mayoría, que no para ti, por su puestazo, pasas de ser chica, señorita, chavala, jovenzuela, a ser una SEÑORA, así, tal cual, sin paños calientes.

Yo reconozco que me llamen señora me pone mala, ¡NO ME GUSTA NADA!, quizá sea porque no lo siento así, porque no por el hecho de ser madre, y tener hijos asciendo de nivel, pasando a ser una SEÑORONA, porque si señores (valga la redundancia) cuando yo llamo a alguien señora, es porque me triplica la edad, como poco…

Sueles ganarte tu carnet de SEÑORA una vez te conviertes en madre, aunque a mi se les debió de pasar dármelo en el hospital, va como asociado, madre=señora.

Sobre todo esto suele sucederse más en los niños y en adolescentes del lugar, te ven con un carrito de bebé o pasear con tu polluelo, y la frase que escuchas es «Ey tío deja pasar a la señora», tu respondes a esa frase con una mirada fulminante y arqueando las cejas, al más puro estilo Superman cuando suelda con sus rallos X la chapa de un barco, ¿señoqué?, tu te sientes una chavalilla, te sientes de espíritu joven, ¡eres joven que coño!, da igual el tipo de estilismo que lleves, da igual que tengas 24 años y seas una madre joven, que reconozcámoslo, esto ayuda, para ellos eres y siempre serás una señora, no hay más.

Porque entre madres no solemos llamarnos así, no no, entre madres solemos ser «la mamá de», pero nunca, nunca, jamás, nos llamamos señoras entre nosotras, ¡Dios nos libre!, en el parque oímos frases del tipo «Juanito, dale la pelota a la mamá de Paquito», o «¿Juanito, no ves Paquito como se va a casa ya con su mamá«, puede ser un momento fulminante si a alguna se le ocurre decir algo como… «no molestes a la señora Manolito», esto puede desencadenar el inicio de una enemistad parquil asegurada, la frase correcta sería «no molestes a la mamá de Pablo, Manolito», así si, vamos a llevarnos bien…

Aunque esto de ser una señora se podría clasificar en diferentes niveles, así de sopetón no puedo evitar que los famosos SEÑORAS QUE… de Facebook, hagan eco en mi cabeza, pero por suerte no es nuestro caso, nosotras, las madres treinteañeras entramos en el grupo de señoras más light, el que si vamos con nuestros hijos somos SEÑORAS NIVEL ONE, pero que si dejamos a los polluelos en casa, nos vamos un sábado noche a darlo todo, (lo cual sólo pasa una o dos veces al año), nos calzamos unos taconazos, nos pintamos los labios rojos y nos vamos de copas en plan malasmadres, podemos llegar a pasar incluso por chavalitas, y dejaríamos el apellido señora en casa, durmiendo con los pichones, aunque hay que tener cuidado con esto de dejarse llevar en plan adolescente alocada con los taconazos y el brilli brilli, no vayamos a entrar en el síndrome Obregón, y ya si que pasamos a ser SEÑORAS pero de las que dan pena, mucha pena, si se es una señora de verdad, hay que serlo con orgullo, sin memeces, ¡hombre ya!. ><

Luego está el nivel dos, podrían ser nuestras madres, de unos cincuenta y algo, esto por suerte aún nos queda lejos, pero andemos con ojo que con lo rápido que va esto de la maternidad, en menos que canta un gallo nos vemos llevando a nuestro hijo al altar, no digo más…

Y luego ya entraríamos en el nivel tres, vamos, el nivel ¡¡súper PRO de señorío!!, aquí nos estamos refiriendo a esas señoras que tan cómicamente te paran por la calle, por su puesto sin conocerte de nada, para decirte lo guapos que son tus cachorrillos, en plan «oioioioio pero que graciosoooooooo, chica mira como se ríe», y frasecitas similares, las reconocerás por sus delantales, y porque el carro de la compra es una prolongación de su cuerpo.

En definitiva, mañana saldré a la calle sintiendome toda una señolescente, de esas que se niega a ser SEÑORA ni si quiera nivel one, una señolescente con sus labios rojos y sus tacones, una señolescente que en su interior se siente todavía una niña que juega con su niña a ser niña.

¿A vosotras también os llamado señoras en alguna ocasión, o en  más de una?, ¿cómo os sienta eso de que se refieran a vosotras como señoras?.

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8 Comentarios

  • Sara

    Te entiendo perfectamente Nuria, acabo de cumplir 34 y voy a por el 2º baby, y hace 6 años que dejé de trabajar de recepcionista de hotel. Como dices, con 28 años, sin hijos, algún que otro niño, por verte con traje chaqueta ya te llamaba Señora, y sentaba muy pero que muy mal!!!
    Y ahora que no estoy en un puesto así….me toca escucharlo solo por el hecho de ser mami….que remedio!!!
    Así que nada, pondré en práctica lo de señolescente, que me ha encantado, y con orgullo!!
    Un besazo, super mami.
    Saludos. Sara.

  • Evita Be

    Me pasó ayer mismo!!! Un conocido que le dijo a su hijo mientras tocaba la bolsa de mis zapatillas nuevas (zapatillas de jovenzuela jejejeje): No toque la bolsa de la señora! Yo le miré a los ojos y le solté un «pero qué coj#%*#% dices??!?!??»
    A mis 32 años hay quien me pregunta en qué año de carrera estoy (qué gente más maja por cierto jejejeje) Pero lo que importa al fin y al cabo es cómo nos sentimos nosotras y somos niñas con experiencia jeje. Ánimo y felicidades por tu post! Me ha encantado 🙂

    • Núria

      Menos mal que nosotras somos las que nos tenemos que sentir así, y sentirnos unas señolescetes para jugar y corretear con nuestros polluelos, que al fin y al cabo es lo importante, sentirse bien de salud, y tener espíritu joven 🙂

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