La Dehesa del Saler, el diamante en bruto de Valencia
En Valencia tenemos varias joyas en forma de reservas naturales como La Albufera o el Parque Natural del Garbí, en plena Sierra Calderona, pero sin duda la Dehesa del Saler es el diamante en bruto de Valencia, es un espacio protegido a pocos kilómetros de Valencia capital, rodeado de pinos, vegetación, y donde tal remanso de paz finaliza en el mar, ¡qué mas se puede pedir!.
La última vez que estuvimos aquí, éramos solo dos, bueno, en realidad 3, yo estaba embarazada de Batusi, nos fuimos a darnos un homenaje el padre y yo a comernos una paella al Palmar, y después dimos un paseo por el entorno, uno de los últimos que daríamos siento dos, lo recordaba bonito, pero hay que volver para recordarte a ti misma que no es bonito no, ¡es precioso!.
La Dehesa del Saler es un bosque Mediterráneo que cuenta con una vegetación bestial, una gola, conocida como la Gola de Pujol la cual se comunica con el mar, es un entorno precioso, y algo que se ha incorporado como novedad es un camino de madera que evita que vayas andando por la arena, es una ventaja para que puedas disfrutar del paseo con carro de bebés, pero sobre todo para que las personas con movilidad reducida, puedan disfrutar como todos de esta maravilla natural.
Nosotros fuimos a pasar la mañana que se daba la bienvenida a la primavera, hizo un día tan espectacular, tanto, que me envalentoné con el estilismo, y me puse una manga corta y una americana roja de cuadros Escoceses, hizo solazo y una temperatura que sobraban hasta las chaquetas, de hecho los peques se vinieron arriba, como pudiste ver en los Stories de mi cuenta de Instagram, y estuvieron jugando en la orilla del mar con las olas, no hace falta que te diga que acabaron mojados hasta la nuca ja ja ja de hecho Batusi se pasó el rato pidiendo bañarse, demasiadas ganas de verano tienen estos dos yo creo…
Me encanta pasar jornadas en el mar cuando todavía no es verano, en primavera o en otoño, donde solo se escucha el sonido del mar, se huele la brisa marina, el frescor del salitre te da en la cara, y mires donde mires hay kilómetros de arena vacíos, sin aglomeraciones de gente tostándose al sol, me da paz el mar, me relaja, me organiza las ideas, cuando tengo pajas mentales y necesito poner en armonía mi cuerpo y mi mente, me voy a relajarme al mar, solo el hecho de sentarte en la arena a ver romper las olas en la orilla, me da una paz interior que creo firmamente es su poder curativo, y en lo mucho que te levanta el estado de ánimo.
Te dejo con las fotos de la mañana del domingo que pasamos en la playa del Saler, en el lago, y por la zona de la Dehesa del Saler, ¡espero que te guste tanto como a nosotros!.
¿Qué te ha parecido la zona de la Dehesa en el Saler?, ¿la conocías, has estado en alguna ocasión?, si no es así, y te gusta disfrutar del aire libre en estado puro, ya lo has visto en las fotos, aquí encontrarás ese remanso de paz a menos de 10 km de Valencia capital.
Un comentario
Helena
¡Qué zona más bonita!, vaya suerte y que maravilla poder disfrutar del mar cuando queráis.
Besos guapa