La primera vez que vi esta tabla curva de madera fue en Instagram y tengo que ser sincera, pensé ¿esto para que narices sirve?, veía los vídeos de los niños como jugaban con ella y por más que los miraba no acababa yo de verle el jugo a aquella tabla.

Indagué sobre el uso de dicha tabla, y vi que era altamente beneficiosa para el desarrollo del niño, como el balanceo, así que empecé a interesarme un poco más, a leer posts sobre ella, y su máxima era: CUANTO MENOS HAGA EL JUGUETE, MÁS COSAS HARÁ EL NIÑO (leído en el blog de Pequefelicidad).

Potenciando el equilibrio con la tabla curva de madera

Primero me llamó la atención de la calidad que ofrece, varias lamas de madera unidas entre si, aportando robustez de hasta 80 kilos de peso, ¡me subo hasta yo!, así que doy fe de que aguanta, y mucho, los cantos están redondeados, y no es áspera, ya que tiene un acabado barnizado ecológico que la hace muy suave al tacto.

Nosotros la escogimos en color haya, también la tienen disponible en más colores, y me pareció leer en su página de Facebook que iban a empezar a lanzarla en colores, ¡que chulada!.

Otra de las cosas que me gustó fue de donde procedía dicha tabla, Juguetes Ocamora, unos artesanos familiares que se dedican a hacer felices a los niños con juguetes sencillos, de una calidad que cuesta ver hoy en día, y con un mimo y delicadeza que se nota en el resultado de la tabla, trabajan por encargo, cada una de sus piezas son personalizadas, así que no verás dos tablas iguales, todas son diferentes, y precisamente eso es lo que los hace únicos, ¿no crees?.

No puedo dejar de mencionar una de las cosas más importantes en el desarrollo psicomotor del niño, la potenciación del equilibrio, fundamental en el sistema nervioso central.

Es bastante grande 0,90 cm de largo, por 0.36 cm de ancho, perfecto para hacer de tobogán ^^

Batusi, 3 años, le da obviamente muchos más usos que su hermano pequeño de tan sólo 14 meses, me gusta mucho ponerle al peque la tabla en la alfombra, y observarlo, es impresionante la de rato que puede tirarse moviéndola, balanceándola, subiéndose, bajándose, va hacia un lado, hacia el otro, dándole fuerte a un lado para que se mueva, la intenta levantar, (aunque sin éxito), y el juego que les da ambos cuando juegan juntos, en una pasada.

Batusi se tumba en la tabla, y pone a su hermano encima para balancearse los dos, te puedes imaginar, se tronchan de la risa los dos, bueno los cuatro mejor dicho, por que nosotros es verlos así, y yo me desorino literálmente…

Aunque es un juguete algo más caro de lo que solemos comprar normalmente (ronda los 100€), estamos muy contentos con la compra, y tremendamente satisfechos con la inversión que hemos hecho, si alguien me preguntara si comprarla o no, diría un rotundo si, aunque con estas cosas ya se sabe, igual mis hijos le dan un uso bestial, y otros niños no, y con lo que otros niños se entretienen mucho, quizá mis hijos no, son niños, son imprevisibles, y nunca se sabe por donde te van a salir…

Si te gusta el material Montessori te gustara la siguiente entrada de Arco Iris Waldorf

Espero que te haya gustado el mega reportaje que he hecho sobre la tabla curva de madera, no hay nada como un día soleado de invierno para salir a pasar la mañana en el campo, y hacer una sesión de producto en exteriores, ¿no te parece? ;D