20 segundos son suficientes
Escribo el post con un nudo en la garganta, con ansiedad, con los ojos rojos e hinchados de tanto llorar, son casi las 3 de la madrugada, me he levantado de la cama porque aquí no hay manera de que concilie el sueño, mi mente sigue en esos dichosos 20 segundos, el corazón me va a mil por hora, hace ya unas horas que me he llevado el susto más grande de mi vida, pero sigo acongojada, sigo nerviosa, sigo temblando, ni la tila que me he tomado, ni los abrazos de consuelo del padre, ni el haberme desahogado llorando, han calmado esta angustia…