Vacaciones de verano con niños ¡a Cádiz!

 

¡Pero qué bonita eres, Cádiz!, año tras año tirando hacia el norte de España, islas o la costa Mediterránea, Cádiz ha sido el lugar escogido para irnos de vacaciones de verano con los niños. Como el viaje desde Valencia era un poco pesado (casi 8 horas) decidimos hacer una parada en Granada, ver la Alhambra y pasar la noche allí. Todo un acierto tomar esta decisión sin duda.

Llegamos a Granada y el apartamento estaba en pleno barrio del Albaicín, genial para callejear y ver todo el casco antiguo andando de un sitio para otro, cenar por allí y disfrutar de sus preciosas calles, no tan genial el tema aparcamiento… pero eso es otra historia.

Con las entradas de la Alhambra compradas y reservadas desde hacía meses, llegamos a la Alhambra y aquí ya tengo poco más que decir, hay que ir a verla por que es difícil de describir con palabras, la Alhambra es un lugar que si o si tienes que verla como mínimo una vez en la vida, es maravilla pura todos y cada uno de sus rincones. La disfrutamos durante todo el día (prometo post dedicado en exclusiva a la Alhambra) y después de comer nos encaminamos hacia nuestro destino, ¡Cádiz!.

TARIFA, SU PESCAITO FRITO Y SUS MARAVILLOSAS PLAYAS

Nos encantó Tarifa, fuimos a sus más famosas playas como Bolonia, Los Lances o Punta Paloma. Una de las cosas que más me gustó de Cádiz es lo poco masificada que está, a pesar de haber ido en Agosto las playas estaban llenas de sitios libres, fácil acceso para aparcar fueras donde fueras y las aguas cristalinas y perfectas para el baño.

Nos envalentonamos y subimos a la famosa duna de playa Bolonia, ¡vaya paliza que nos dimos!, en pleno Agosto y con el sol calentando a 200º era para pensárselo dos veces, pero los Vikingos estaban entusiasmos en subir y eso hicimos, la recompensa al bajar y darnos un largo baño en sus aguas cristalinas no puedo explicar lo satisfactorio que fue…

Hicimos también parada y visita en Barbate, San Lúcar de Barrameda, Medina-Sidonia, Zahara de los Atunes, Vejer de la Frontera y uno de los días lo dedicamos a andar por la sierra de Grazalema, con parada obligada en Grazalema en la finca de las Hazuelas para comprar su famoso queso payoyo, ¡buenísmo!.

PLAYA DE LOS ALEMANES, CALA DE ROCHE Y PLAYA EL PALMAR

Nos cautivaron totalmente, sobre todo la playa de los Alemanes donde pasamos toda una mañana, no diré que estábamos solos pero casi, el mar estaba buenísimo para el baño, con un poco de oleaje ideal para que los Vikingos se lo pasaran en grande jugando con la tabla de surf, en Valencia no estamos acostumbrados a que el Mediterráneo nos deleite con olas así que cuando salimos de viaje y tenemos unas pequeñas olas las disfrutamos muchísimo.

Otra playa que nos gustó mucho también y donde pasamos una buena jornada playera fue Cala de Roche, el agua era de color turquesa y la temperatura ideal, con poca gente y de fácil acceso tanto para aparcar como para bajar con todos los bártulos.

En la playa El Palmar no nos llegamos a bañar por que llegamos casi de noche, concretamente en el ocaso, estuvimos comiéndonos unos bocatas en la playa sentados viendo el atardecer, sin duda fue uno de los atardeceres más bonitos que he visto jamás, 3 visitas obligadas si vas a Cádiz con o sin niños, unas joyas de nuestro país.

Última parada, Ronda. A la vuelta hacia Valencia, al igual que a la ida decidimos hacer una parada, en este caso la hicimos en la zona más castiza de España y pasamos la noche en Villafranca de los Caballeros, en Castilla La Mancha, pero no sin hacer parada y visita por Ronda, una ciudad preciosa que nos encantó, aunque algo masificada para mi gusto.

Hasta aquí nuestro increíble viaje por Andalucía, más concretamente Cádiz y sus playas, sin duda volveremos porque nos ha cautivado sus gastronomía, sus playas que son maravillosas, espero que os haya gustado casi tanto como a nosotros 😉