Ya estamos ultimando cosillas, y preparándonos para las primeras vacaciones Pascueras con Batusi, estoy un pelín nerviosilla, por las cosas que supuestamente le hacen falta a la peque, imaginaros la de ‘esto me lo llevo por si acaso’ que te llevabas de más cuando éramos sólo dos, pues con un bebé de casi 8 meses, imaginaros…

Como nos vamos a la montaña, más concrétamente al Molina de Aragón, y es todo en plan rural, vamos a tirar de fular ergonómico, de botas de montaña, de bastones y a patear como locos por el parque natural del Alto Tajo, por el nacimiento del río Cuervo, por la Sierra de Caldereros… 

¿Todo esto que quiere decir?, pues que no tendré ese aparatito mágico llamado microondas para que nos caliente la papilla en 45 segundos, que no tendré una cama blandita para cambiarle el pañal, entre otras muchas comodidades que tenemos en el día a día, pero que queréis que os diga, no me importa mucho que digamos, somos una pareja la mar de resuelta, hemos viajado mucho durante muchos años por la montaña, y yo la verdad es que me apaño con poca cosa, no es que con un hilo de palomar y un tornillo te construyo un MAC, pero no me aturullo ni me agobio en un vaso de agua, (imaginaros la de gente que vive con la cuarta parte de lo que vivimos nosotros), antes se vivía con muy poco, y nuestros padres han salido con nosotros de viaje con muchíííísimo menos, y aquí seguimos, (por no hablar de cuando nos íbamos al pueblo, 5 o 6 primos en los asientos traseros del R7).

Así que, previsora de mi, hice unas pequeñas compras vía on line, de cosas que creo si que van a ser necesarias para pasar los días en la montaña, como unos termos. Quería tanto de sólido como líquido, y encontré esta super oferta de Jané en Amazón, por el módico precio de 32€ los dos, calentaremos en la casa rural la papilla a tope, ¡y para dentro!

Os abandono durante unos días, voy a intentar desconectar tanto de RRSS como de la vida digital, y nos leemos a la vuelta con la segunda parte de este post, contándoos como han ido las primeras vacaciones.